Día 8. Yazd
Hoy que no tenemos prisa, a las 7:15 yastán preparando el desayuno. Qué majos! Pa mí que lo han racionao. Se debieron asustar al vernos comer ayer, jajajaja!! Si lo llegan a saber, no nos rebajan la room ni medio rial.
Ah, pos no, que siguen sacando cosas. Claro, si es que el desayuno es a las ocho, y hemos empezao antes de que lo pusieran completo. Si hasta ha venido el chico del hotel a traernos tortilla. No pararía de comer de este pan crujiente tipo cañada con sésamo. La sandía está deliciosa. Todo, todo... mmm... Oootra vez tripada. Somos unas tocinas. Iremos rodando por el bazar.
Damos primero un paseo por la ciudad vieja. Casas de adobe color arena dispuestas en callejuelas estrechas jalonadas con arcos (sabbats) que se usan pa poner toldos y hacer sombra. Pero vaya, que los que vemos están pelaos. Si quieres sombra, como no te pongas quieto como un junco justo debajo, vas dao.
Parece desértico todo xq las casas, rodeadas por muros, ocultan a sus habitantes, que permanecen en el interior. Las puertas tienen dos tipos de tiradores, uno estrecho y largo, con un sonido fuerte (pa llamar en invierno, questás metido en casa), y otro en forma de aro con sonido más tintineante (pa llamar en verano, questás por el patio). Los hombres dos toques y las mujeres tres. Ayyy, qué cruz, siempre nos hacen currar más. Y si no sabes mu bien si hace frío o calor aporreas la puerta y yastá. No sé yo pa qué tanta tontada.
Después de un buen rato deambulando decidimos ir al hotel para echar una cabezada, apurando la room hasta el último minuto. Somos como exprimidoras, que no regalamos na de na, to lo aprovechamos. Jaajaa! Si tuviéramos un hotel, iba a regatear con nosotras su tía la de Soria.
Pa volver hemos atravesao el bazar pero, por la hora, que van a empezar a cerrar, volveremos por la tarde. Alucino con los maniquíes: ahí los tienes, cinco seguidos todos con el sayo negro. Por más que miro no veo yo la diferencia. Pa qué habrán comprao tantos?? Con uno basta pa tol bazar. Toas con sus velicos negros, que paicen pinturas de cera. Chicooo, qué aburrimiento. Como tengas que buscar a alguien, lo llevas claro. Es peor que buscar a Wally.
Hay una posible visita por la tarde a ver las torres del silencio, que es donde los zoroastrianos hacían las inhumaciones. Unas torres circulares abiertas ande dejaban a los fenecidos pa que los buitres dieran cuenta de ellos (este Zaratustra era un ecologista nato). Logo los huesos los trataban con cal viva. Tres círculos: los hombres al exterior, logo las damas y en el interior, los niños. Pero que ya no se usan, por temas de higiene, dicen. Pos más higienico que el ciclo natural no hay nada, digo yo... Hemos visto fotos y no tiene mucho interés, aparte de la historieta, así que pasamos.
Nos quedamos buen rato de rascada de tripa en el patio interior de nuestra casa. Un rato buenísimo. Lástima de wifi, que va como el culo.
A cambio de las torres nos vamos a unos jardines. Llegar, hemos llegao tras una buena caminata, pero están chapaos. Casi mejor xq por lo que vemos, están hechos un churro, y eso que son patrimonio de la Unesco.
Seguimos paseo por los bazares. Estos son bastante cutres. Hasta las orerías nos horrorizan por lo ostentoso de lo que exhiben. Ni los gitanos de La Cuatro se ponen eso. Nos tomamos un te en una cofradía de estas tipo semana santa, xq no encontramos cocacoleterías. Nos ofrecen unos dátiles riquísimos.
Otra cosa que gusta mucho por akí es lo de operarse la nariz. Chicos y chicas. Debe de haber alguna clínica con descuentos xq van todos con la venda en la nariz. Pero vaya, que se las dejan fatal, finas y chatas, en total desarmonía con las caras. Claro, la oferta sólo incluye un modelo.
Seguimos el paseo y... hala! otro te que nos ofrecen. Paice mal rechazarlo y tira, pal cuerpo. No nos darán cerveza, no.
Se desvela el misterio de los ropajes negros: es que están de luto en tol país. Hemos caído en medio de una celebración de la batalla de Karbala (Ashura) ande mataron a un tal Imam Hussein y lo rememoran durante todo un mes. Forma parte de la celebración lo de las teterías gratuitas, comida "de caridad", representaciones religiosas y procesiones ande se flagelan y golpean el pecho en señal de duelo. Amos ya lo decíamos, como la Semana Santa. Si es que al final es todo lo mismo: un mártir y celebraciones haciendo cucamonas. Lo que ya no sabemos seguro es si las mujeres van de negro sólo ahora o es de continuo, xq sayos negros en venta vemos por todos laos.
Nos iremos a cenar al Silk Road, que ayer comimos mu bien y no queremos arriesgar. Además tienen wena wifi. Hoy el bus a Shiraz, nuestro próximo destino, es nocturno, así que tenemos mucho tiempo.
Pedimos yogur con menta pa beber, mu típico akí, y de comer arroz y verduras estofadas, pa mezclarlo. Ñaña. Riquísimo y contundente.
Ara a hacer un poco de tiempo y pa la estación de bus. La aventura continua: Shiraz y Persépolis es lo próximo.
Hoy que no tenemos prisa, a las 7:15 yastán preparando el desayuno. Qué majos! Pa mí que lo han racionao. Se debieron asustar al vernos comer ayer, jajajaja!! Si lo llegan a saber, no nos rebajan la room ni medio rial.
Ah, pos no, que siguen sacando cosas. Claro, si es que el desayuno es a las ocho, y hemos empezao antes de que lo pusieran completo. Si hasta ha venido el chico del hotel a traernos tortilla. No pararía de comer de este pan crujiente tipo cañada con sésamo. La sandía está deliciosa. Todo, todo... mmm... Oootra vez tripada. Somos unas tocinas. Iremos rodando por el bazar.
Damos primero un paseo por la ciudad vieja. Casas de adobe color arena dispuestas en callejuelas estrechas jalonadas con arcos (sabbats) que se usan pa poner toldos y hacer sombra. Pero vaya, que los que vemos están pelaos. Si quieres sombra, como no te pongas quieto como un junco justo debajo, vas dao.
Parece desértico todo xq las casas, rodeadas por muros, ocultan a sus habitantes, que permanecen en el interior. Las puertas tienen dos tipos de tiradores, uno estrecho y largo, con un sonido fuerte (pa llamar en invierno, questás metido en casa), y otro en forma de aro con sonido más tintineante (pa llamar en verano, questás por el patio). Los hombres dos toques y las mujeres tres. Ayyy, qué cruz, siempre nos hacen currar más. Y si no sabes mu bien si hace frío o calor aporreas la puerta y yastá. No sé yo pa qué tanta tontada.
Después de un buen rato deambulando decidimos ir al hotel para echar una cabezada, apurando la room hasta el último minuto. Somos como exprimidoras, que no regalamos na de na, to lo aprovechamos. Jaajaa! Si tuviéramos un hotel, iba a regatear con nosotras su tía la de Soria.
Pa volver hemos atravesao el bazar pero, por la hora, que van a empezar a cerrar, volveremos por la tarde. Alucino con los maniquíes: ahí los tienes, cinco seguidos todos con el sayo negro. Por más que miro no veo yo la diferencia. Pa qué habrán comprao tantos?? Con uno basta pa tol bazar. Toas con sus velicos negros, que paicen pinturas de cera. Chicooo, qué aburrimiento. Como tengas que buscar a alguien, lo llevas claro. Es peor que buscar a Wally.
Hay una posible visita por la tarde a ver las torres del silencio, que es donde los zoroastrianos hacían las inhumaciones. Unas torres circulares abiertas ande dejaban a los fenecidos pa que los buitres dieran cuenta de ellos (este Zaratustra era un ecologista nato). Logo los huesos los trataban con cal viva. Tres círculos: los hombres al exterior, logo las damas y en el interior, los niños. Pero que ya no se usan, por temas de higiene, dicen. Pos más higienico que el ciclo natural no hay nada, digo yo... Hemos visto fotos y no tiene mucho interés, aparte de la historieta, así que pasamos.
Nos quedamos buen rato de rascada de tripa en el patio interior de nuestra casa. Un rato buenísimo. Lástima de wifi, que va como el culo.
A cambio de las torres nos vamos a unos jardines. Llegar, hemos llegao tras una buena caminata, pero están chapaos. Casi mejor xq por lo que vemos, están hechos un churro, y eso que son patrimonio de la Unesco.
Seguimos paseo por los bazares. Estos son bastante cutres. Hasta las orerías nos horrorizan por lo ostentoso de lo que exhiben. Ni los gitanos de La Cuatro se ponen eso. Nos tomamos un te en una cofradía de estas tipo semana santa, xq no encontramos cocacoleterías. Nos ofrecen unos dátiles riquísimos.
Otra cosa que gusta mucho por akí es lo de operarse la nariz. Chicos y chicas. Debe de haber alguna clínica con descuentos xq van todos con la venda en la nariz. Pero vaya, que se las dejan fatal, finas y chatas, en total desarmonía con las caras. Claro, la oferta sólo incluye un modelo.
Seguimos el paseo y... hala! otro te que nos ofrecen. Paice mal rechazarlo y tira, pal cuerpo. No nos darán cerveza, no.
Se desvela el misterio de los ropajes negros: es que están de luto en tol país. Hemos caído en medio de una celebración de la batalla de Karbala (Ashura) ande mataron a un tal Imam Hussein y lo rememoran durante todo un mes. Forma parte de la celebración lo de las teterías gratuitas, comida "de caridad", representaciones religiosas y procesiones ande se flagelan y golpean el pecho en señal de duelo. Amos ya lo decíamos, como la Semana Santa. Si es que al final es todo lo mismo: un mártir y celebraciones haciendo cucamonas. Lo que ya no sabemos seguro es si las mujeres van de negro sólo ahora o es de continuo, xq sayos negros en venta vemos por todos laos.
Nos iremos a cenar al Silk Road, que ayer comimos mu bien y no queremos arriesgar. Además tienen wena wifi. Hoy el bus a Shiraz, nuestro próximo destino, es nocturno, así que tenemos mucho tiempo.
Pedimos yogur con menta pa beber, mu típico akí, y de comer arroz y verduras estofadas, pa mezclarlo. Ñaña. Riquísimo y contundente.
Ara a hacer un poco de tiempo y pa la estación de bus. La aventura continua: Shiraz y Persépolis es lo próximo.
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