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Días 18 y 19. Mashad - Masuleh (pueblo de postal)

Días 18 y 19. Mashad-> Rasht-> Masuleh
Las 8:00. El desayuno weno, hoy ha tocao huevo frito. Echamos a faltar algo de fruta, pero a cambio hay kfé con leche (de sobre pero con un sabor  muy muy agradable).
Nuestro próximo destino es Masuleh, un pueblito de montaña. Han bajao las temperaturas 10 grados de golpe. Bah, que somos de zgz, ni lo hemos notao...
Una última vuelta x la city antes del bus (otras 17 horas de viaje...). En una galería comercial un grupo de chicas nos rodea pa hacerse fotos. Nos quieren cebar luego, que tienen preparao el breakfast: te, torta, pan... Pero si acabamos de desayunar! Insisten tanto que probamos un poco de queso con nueces.
Paseamos un rato. Esta city está llena de tinduquis: tapetes y cojines, especias, lámparas, bronces y joyos. Pero es como si estuviéramos viendo tol rato la misma peli, xq son todas prácticamente iguales. Entramos en un bazar ande se venden todos los quesos, yogures y panes que venimos saboreando en el viaje. Encontramos otro bazar pero es sólo de alfombras. Quieras que no quieras, te hacen entrar: "only see, only see".
Las 12:30; pa la estación. A ver si cogemos pronto taxi. Nos pasa siempre que, cuando vamos de paseo, pi, pi, pi -perdón, siempre se me escapa, cosas de los fofitos, grabados a fuego en el cerebro-, se nos acercan sin cesar drivers preguntándonos si queremos taxi. Pero nos ves, acaso, pintas de buscar taxi??? Poca psicología tienen, eso es verdad. Es como cuando miras, por ejemplo, un tapete, preguntas por otro color, y como no tengan, te sacan un bolso. Pero túuuu, estáte atento, que busco tapeeetes!!
Volviendo a los taxistas, cuando vamos con los bártulos de viaje, paradas en una esquina, pa ir a la estación, pos que nos pasan de largo!! Quién lo entiende?? Algo haremos mal... Y el maletero?  Indefectiblemente, la primera intención es la de que metamos bultos con nosotras y vayamos toas apretujadas dentro. Solemos conseguir que nos lo abran, aunque no siempre. Y sólo alguna vez sale el taxista a ayudar, que lo habitual es oír un "clock" de apertura y, hala, compóntelas tú, mientras yo me voy rascando los güevos. En fin, taxistas...
Namás entrar a la estación están los voceros cantando destinos. Oyess, pos que no viene mal del todo xq te acercas al tuyo y te acompaña hasta la puerta del bus. Guardadas las maletas vamos a por nuestro tentempié: patatas picantes y doogh -tampoco hay samosas-.
El bus... el bus... ya al asomar la cabeza por la puerta te quedas paralizao con la bofetada odorífera que sale de dentro. Aarggggg!! Mejor aspirar profundo, a ver si se saturan pronto nuestras pituitarias. Ya en el interior se confirman las peores expectativas: espesura, como en los bosques tropicales, que te da grima menearte en el asiento. Hoy vamos a ir como estatuas de sal, sin cantearnos. A cambio, la luz pa leer funciona, y los asientos son cómodos (será la mugre, que les da calidez...).
A las 17 parada pa pis. Ah, va bien la cosa, aunque esta vez no había ganas, que nos han dao sólo dos galletas. Y el zumo, eh?, eh? Ándestá el zumo??
Una noche tranquila, dentro de lo que es el trajín del viaje y el traqueteo constante del bus, que ma ha dejao el culo pal arrastrre. Por fin con la luz del día podemos ver -no a través de mi ventananilla, que está emborronada- paisajes verdes salpicados de casitas. No muy diferente al norte de España.
Este viaje ha sido un festín de comida pa los lugareños. Pero si abultan más que ellos las bolsas que llevan: frutos secos, tortas, fruta, bolsas con golosinas varias, galletas, termos gigantes de te... Amos, más abundancia que en la playa de Cádiz, con las neveras portátiles y los bocatas de tortilla patatas.
Llegamos a Rasht a las 8 y nos sueltan en una parada de taxis. Dicen que a Masuleh no bus, no bus. Nos piden 700.000, halaaaa!! Preguntamos en la policía de tráfico y una chica dice que nos lleva a, creemos, la terminal. Se cruza toa city -lo de multiplicar los carriles sigue vigente, ciudad de milagros, como los panes y los peces- y acabamos en otra parada de taxis. Nos hacen darle 100.000 a la muchacha -ella parece que no quería, pero los taxistas que sí-. Al final por 350.000 (7,5€) nos llevan a las tres a Masuleh.
Llegamos. Maaaa, qué cuestas!! Hay que tomar un te y dejar las mochilas antes de hacer la visita. Pero si está to cerrao!! Un lugareño nos lleva al lao de la carretera, a un cuchitril to ahumao. Gitanas total. Pero el chai calienta el estómago. Vamos a ver si encontramos room. Nos guardan las maletas akí.
La village muy pintoresca. En la falda de una montaña. Las casas se disponen de forma escalonada y los tejaos de las unas sirven de porche para las que están en el nivel superior. Es chiquito y nos lo vemos en un periquete. Vamos a comer (yogur local y arroz con berenjena, huevos y mantequilla -mu rico todo-) y decidimos que mejor ir ya a Teherán, que akí yastá to visto.
Pillamos minibus hasta Fuman (no hay directo a Rasht) 75.000 las tres. Destartalao total, cochambroso perdido, pero qué divertido es viajar en los buses locales!! Maletas al maletero. Empieza a lloviznar y nos metemos dentro ya. Hasta que no se llene no salimos. Poco a poco van llegando obreros y pastores. Y cabras. Tres. Sacan las maletas del maletero y meten las cabras, jajajaa!!! Un viaje muy entretenido. En Fuman pillamos savari (dicen que no hay minibus a Rasht). 90.000 las tres (2€). En la misma parada del savari cogemos taxi a la terminal. 80.000 las tres. Namás llegar cogemos bus pa Teherán (900.000 las tres). To engranao!! Ibamos a salir más tarde pa pasar noche en el bus, pero esta terminal es mu cutre. Mejor será esperar en la de Teherán.
Todavía nos da tiempo a comprar unas tortas de canela y nueces que están anunciadas por todos laos. Serán típicas de la zona. Mmm... y buenísimas!!!
Llegamos ya mu tarde y pasamos la noche en la estación. Enooorme!!!
Nuestra última ruta, sniff😔😔😔
Masuleh

Masuleh

Masuleh

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Masuleh

Masuleh

Masuleh

Masuleh







estación buses. Teheran



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