Día 7. Yazd y alrededores ~ IRÁN

Día 7. Yazd y alrededores
7:30. Hay más gente esperando desayuno, así que igual lo ponen antes. Bien.
Maremía, qué pedazo de desayuno! Pero si no nos podemos levantar de la silla!! Tortilla, queso, tomate, pepino, mermeladas... El pan delicioso, crujiente y con sésamo. Pos hoy el lunch está incluido. Tendríamos que hacer corriendo la excursión pa rebajar esto, jajaja!
Debe haberse llenado la fragoneta, así que nos aguarda un taxi pa las tres solitas. Atraviesa toa la city (compruebo que se salvan tres o cuatro coches de llevar abolladas las puertas -cuanto costarán akí los seguros??-) y nos metemos en pleno desierto. Al fondo se divisan montañas rocosas. En un espejismo vemos un bar con caña de cerveza fresca. O sólo lo imaginamos?? Lo mismo da, porque haber, haber, cerveza no hay de ninguna manera.
Paramos a ver un pueblo del desierto. Kharanaq se llama. Está to roto pero te haces a la idea perfectamente. To callejuelas laberínticas y recovecos, perfecto pa jugar al escondecucas. Hay que ir con ojo, pues está lleno de agujeros. Un coreano se ha quedao como una estalactita clavao por no mirar. El rompetechos coreano. Está claro que pa visitar este pueblo es ideal estar gordo.
La siguiente parada es Chakchak, un pueblo de peregrinación de los zoroastrianos -una comunidad religiosa- (vaya nombre de religión, que paice un insulto). Desde la carretera se ve en la montaña el lugar sagrado. Una cueva ande una princesa de Bagdad que huía de los arabes se perdió y estuvo tres días escondida. El sonido del agua que goteaba de la montaña es lo que da nombre al lugar. Historia contada a mi manera, claro, de lo que he pillao del guía. Tendré que comprobarlo en google, jejeje. Lo que no sé es cómo la princesa esa no feneció al llegar al lugar, que está en lo alto de la montaña, arf, arf, venga parriba!! Menos mal que al terminar la visita nos ofrecen sandía fresca y recuperamos (y eso que toavía llevo el desayuno dando vueltas).
Ara a Meybod. Nos enseñan una "casa de hielo" (amos, un antiguo congelador gigante con forma de huevo donde conservaban el hielo) y otro caravansar de esos pa descansar con los camellos. Remodelado con tinduquis, un artesano de alfombras y un restaurante. Logo nos llevan a ver un castillo to roto y pasamos, así que el guía nos lleva ya de vuelta.
Hoy la comida fenomenal: crema con verduras, lentejas y menta, plato de arroz y plato de verduras picantonas con tomate -parece más indio que iraní-. Guaaaa!!
Nos quedamos un buen rato en el restaurante chupando wifi que la de nuestro hotel va mu mal y a eso de las cuatro, antes de que se mosqueen, nos vamos a callejear sin un rumbo fijo. Ya está cayendo el sol. La gente es encantadora; te paran, te preguntan de dónde eres y qué te parece su ciudad, y se despiden con una sonrisa deseándote una feliz estancia.
Sólo ha habido una rancia que nos ha pedido que nos recolocarámos el pañuelo por el escote. Aún así, con una sonrisa y voz dulce. Si es que no te puedes enfadar. Estás aquí y es lo que hay. Por otra parte, los hombres van vestidos de negro en su mayoría . Al menos hacen juego con ellas. Deben de ser tangueros.
Las 19:30. Tol mundo en la calle como ayer. Aquí sí que hacen bo-TE-llón auténtico.
Volviendo a ksa pasamos por el recinto donde ayer competían a ver quién se pegaba más fuerte en el pecho. Pa mí que es el pabellón de fiestas. Hoy está lleno de gente también, un Imán en el púlpito canturreando y bajo sus pies unos gachupinos disfrazados comiendo en unos pucheros. Más auténtico que en semana santa. Igual celebran también las fiestas del Pilar.
Ara a descansar, hoy no cenamos que vamos sobradas y mañana el desayuno será bueno. Tocará ruta por la city y visita al bazar.